JOHN NAPIER
Nació en 1550 en
Marchiston Castle, Edimburgo (Escocia) en el seno de una rica e
importante familia.
Con tan sólo 13 años de edad ingresó a las universidades de
Saint-Andrews y luego a la de París. También vivió en Italia y Holanda.
De regreso a Escocia, en 1581, dedicó su vida al estudio, la
administración de su patrimonio y a desempeñarse en diversos cargos públicos, entre ellos,
participar en delegaciones protestantes enviadas por el rey en busca de apoyo
en la lucha contra los católicos. Napier
también tomó partido en las controversias religiosas de su tiempo y fue un
ferviente protestante, publicando lo que él consideraba su obra más importante:
Plaine Discovery of de Whole Revelation of St. Jhon en la que prevenía del peligro que suponían los papistas y que
fue traducido a otros idiomas.
Los estudios de matemáticas
fueron solo un hobby para Napier (¿por qué en España los ricos y nobles
no han tenido nunca estos hobbys?) y a
menudo se quejaba de no disponer de tiempo para ellos. Sin embargo, es hoy muy
conocido por ser el inventor de los logaritmos pero también hizo otras
importantes contribuciones como sus fórmulas para la resolución de triángulos
esféricos, dos fórmulas conocidas como las analogías de Napier y una invención
llamada "los huesos de Napier"
usado para el cálculo de multiplicaciones, divisiones, raíces cuadradas y
cúbicas. También encontró expresiones exponenciales para funciones
trigonométricas e introdujo la notación decimal para las fracciones. Sus tablas
de logaritmos fueron publicadas en la obra titulada Mirifici logarithmorum
canonis descriptio en el año de 1614, inicialmente escrito en latín pero
enseguida traducido por Edward Wright. Según nuestra notación de hoy, los
logaritmos de Napier serían los logaritmos de base 1/e. El mayor inconveniente
de los logaritmos de Napier fue que el log1 no era cero. El cambio a los
logaritmos con la propiedad log1=0 surgió de las discusiones entre Briggs y
Napier en la casa de este último. Briggs en una carta enviada antes de su
encuentro también le había sugerido que las tablas de logaritmos deberían ser
en base diez y le comunicaba que había
empezado a construir esa nueva tabla.
Sería sorprendente que un hombre de tan grandioso intelecto
como Napier no les pareciese extraño a sus contemporáneos y, que habiendo
vivido en una época tan supersticiosa no
circularan historias raras sobre sus
supuestos poderes mágicos. Dicha fama fue aprovechada por Napier en la
siguiente anécdota que muestra su ingenio. Un día, en su casa se cometió un
robo. Según los indicios no podía ser más que uno de sus criados. En secreto,
Napier rascó hollín de la chimenea. Encerró a un gallo, según dijo mágico, en una habitación
oscura tras haberlo untado con el hollín. Reunidos los criados, les dijo que
tendrían que entrar en la habitación uno después del otro y acariciar al gallo.
Cuando el ladrón tocase al ave , ésta se pondría a cantar. El gallo no cantó ni
una sola vez, pero al mirarles las manos todos las tenían negras salvo uno ¡ése
era el ladrón!.
APORTES:
· Los huesos de napier:
Seria a comienzos del siglo XVII cuando el matemático escocés John
Napierinventase este dispositivo, que constaba de una serie de
barritas de madera que contenían las tablas de multiplicar, de esta manera
evitaba la memorización de las mismas y era de gran ayuda en la realización de
operaciones de multiplicación y división con un numero elevado de cifras.
El ábaco de Napier es un ábaco inventado por John Napier quien
publicó la descripción del mismo en una obra impresa en Edimburgo a finales de
1617 titulada Rhabdologia. Por este método, los productos se reducen a
operaciones de suma y los cocientes a restas; al igual que con las tablas de logaritmos,
inventadas por él mismo se transforman las potencias en productos y las raíces
en divisiones.
El ábaco consta de un tablero con reborde en el que se colocarán
las varillas neperianas para realizar las operaciones de multiplicación o
división. El tablero tiene su reborde izquierdo dividido en 9 casillas en las
que se escriben los números 1 a 9.
Las varillas neperianas son tiras de madera, metal o cartón
grueso. La cara anterior está dividida en 9 cuadrados, salvo el superior,
divididos en dos mitades por un trazo diagonal.
En la primera casilla de cada varilla se escribe el número,
rellenando las siguientes con el duplo, triplo, cuádruplo y así sucesivamente
hasta el nónuplo del número al que corresponda la varilla.
Los dígitos resultados del producto se escriben uno a cada lado de
la diagonal y en aquellos casos en los que sea inferior a 10, se escriben en la
casilla inferior, escribiendo en la superior un cero.
Un juego consta de 9 varillas correspondientes a los dígitos 1 a
9. En la figura se ha representado además la varilla 0, que realmente no es
necesaria para los cálculos.
Multiplicación[editar · editar código]
Provistos del conjunto descrito, supongamos que deseamos calcular
el producto del número 46785399 por 7.
En el tablero colocaremos las varillas correspondientes al número,
tal como muestra la figura, haciendo posteriormente la lectura del resultado en
la faja horizontal correspondiente al 7 del casillero del tablero, operación
que sólo requiere sencillas sumas, naturalmente con acarreo de los dígitos
situados en diagonal.
Napier-example-1.png
Comenzando por la derecha obtendremos las unidades (3), las
decenas (6+3=9), las centenas (6+1=7), etc.
Si algún dígito del número que deseamos multiplicar fuera cero,
bastaría dejar un hueco entre las varillas.
Supongamos que queremos multiplicar el número anterior por 96.431;
operando análogamente al caso anterior obtendremos rápidamente los productos
parciales del número por 9, 6, 4, 3 y 1, colocándolos correctamente y sumando,
obtendremos el resultado total.
Napier example 2.png
División[editar · editar código]
Igualmente podrían realizarse divisiones una vez conocidos los 9
productos parciales del dividendo; determinados éstos mediante el ábaco, basta
seleccionar el inmediatamente inferior al resto sin necesidad de realizar los
molestos tanteos que requieren las divisiones realizadas a mano.
Durante el siglo XIX, el ábaco neperiano sufrió una transformación
para facilitar la lectura. Las varillas comenzaron a fabricarse con una
inclinación del orden de 65º, de modo que los triángulos que debían sumarse
quedaran alineados verticalmente. En este caso, en cada casilla de la varilla
se consigna la unidad a la derecha y la decena (o el cero) a la izquierda.
Las varillas estaban fabricadas de modo tal que el grabado
vertical y horizontal era más visible que las juntas entre las varillas,
facilitándose mucho la lectura al quedar el par de componentes de cada dígito
del resultado en un rectángulo.
· Inventó los logaritmos (encaminados sobre todo a aliviar el
difícil trabajo de los cálculos astronómicos), que dio a conocer en 1614 con el
tratado Mirifici logarithmorum
canonis descriptio, fruto de un estudio de veinte años. La obra aportó una
contribución notabilísima a la simplificación de todos los cálculos; la
invención de los logaritmos tiene una importancia que puede ser comparada con
la invención de la trigonometría y tal vez superior. Con los "números
artificiales" que introdujo en la ciencia, llamándolos
"logaritmos" según el neologismo introducido también por él, Napier
redujo todas las operaciones a la suma y a la sustracción. Ya Arquímedes, en la Arenaria, había enunciado una
proposición que hoy puede ser expresada diciendo que el producto de dos
potencias que tienen por base diez es igual a diez elevado a una potencia que
es la suma de los exponentes de dos factores con base diez. Según parece,
Napier quiso extender a exponentes no enteros y positivos aquella proposición
de Arquímedes. Para ello Napier tenía que admitir que cualquier número puede
ser considerado como una potencia de diez con tal de que su exponente sea
escogido de conveniente manera. El hipotético exponente que hay que asignar al
número para tener un número cualquiera es lo que se llama logaritmo del número.
· Las aportaciones de Napier
fueron acogidas con entusiasmo por Edward Wright, matemático y cartógrafo, y
por Henry Briggs, profesor entonces en Londres y más tarde en Oxford; ambos,
habiendo visitado a Napier en 1615, le propusieron la creación de los
logaritmos de base 10, y el mismo Napier los calculó para los primeros mil
números, publicándolos en 1617.
·
Se recuerda también a
Napier en la historia de la trigonometría por haber encontrado importantes
relaciones entre los elementos de los triángulos planos (teorema de Napier) y
entre los de los triángulos esféricos (analogías de Napier).
·
El teorema fundamental de la teoría de Napier
debía tender a demostrar que a todo número corresponde un logaritmo; sin
embargo, el matemático escocés no sólo no lo demostró, sino que ni siquiera
enunció ese "teorema de existencia". Llegó por otros caminos a sus
propias conclusiones basándose en la comparación entre dos progresiones,
geométrica una y aritmética otra, estableciendo el teorema fundamental de la
propia teoría y demostrando que si cuatro números forman una proporción
geométrica, sus logaritmos constituyen una progresión aritmética.
Henry Briggs (1560-1630).
Matemático inglés nacido el 8 de febrero de 1561 en Warleywood
(Yorkshire) y fallecido el 26 de enero de 1630 en Oxford, cuyo principal logro
fue estimular la popularización de los logaritmos recientemente creados por
Napier.
Terminó sus primeros estudios en una escuela de gramática cercana a
Warleywood, e ingresó en el St John's College de la Universidad de Cambridge en
1577. Después de diecinueve años como profesor de geometría en el Gresham
College de Londres abandonó este puesto para ocupar la cátedra de geometría
recién creada en Oxford por Saville, quien le había ofrecido el puesto. Briggs
ocupó esta cátedra hasta su muerte.
Intervino activamente en la popularización de los logaritmos creados por
su colega Napier y en la utilización de los logaritmos en base 10 (logaritmos
vulgares). Además publicó en Arithmetica logarithmica (1627) las primeras
tablas de logaritmos, que iban del número 1 hasta el 20.000 y del 90.000 hasta
el 100.000 con 14 cifras decimales. También calculó diversas tablas
trigonométricas.
Otras de sus obras son Logarithmorum Chilias Prima (1617), Lucubrationes
et annotationes in opera posthuma J. Napier (1619) y Trigonometria Britannica
(1633), que contiene todas sus tablas y que se convirtió en un texto de
referencia durante cerca de dos siglos.
Fue un matemático inglés notable
por el cambio de logaritmos de Napier en los logaritmos de Briggs, populares
por sus ventajas.
Nació en Warley Wood, West
Yorkshire, en Yorkshire,
Inglaterra. Después de estudiarlatín y griego en
la Escuela Local de Gramática, entró en St John's
College, Cambridgeen 1577,y se graduó en 1581. En 1588, fue electo
miembro del St. John's. En 1592 fue nombrado lector de la conferencia física
fundadada por Thomas Linacre;
quien también leería algunas de las conferencias de matemáticas. Durante este
periodo, Briggs se interesó en la navegación y en la astronomía, colaborando
con Edward
Wright. En 1596, se convirtió en el primer profesor
de geometríaen la recientemente fundada Gresham
College, Londres; el daría clases
ahí por cerca de 23 años, e hizo que la Gresham College, se convirtiera en un
centro de las matemáticas inglesas, de ahí que apoyara las nuevas ideas
de Johannes Kepler.
Briggs era amigo deChristopher
Heydon, el escritor en astrología. En ese momento, Briggs
obtuvo una copia de Mirifici Logarithmorum Canonis Descriptio, que
encendió su imaginación, en sus conferencias en la Gresham College, se propuso
la alteración de la escala de los logaritmoshiperbólicos 1/e,
de la forma que John Napier les había dado en su tracto, en la que la unidad es
asumida como el logaritmo de la proporción de diez a uno. Poco después escribió
al inventor en la materia. Briggs era muy activo en varias áreas y su
asesoramiento en la astronomía, la geodesia, la navegación y otras actividades
como la minería, era frecuentemente solicitada. En 1619, Briggs invirtió en
la Compañía de Londres,
y tuvo dos hijos: Henry, quien más tarde emigraría a Virginia; y Thomas, quien
permaneció en Inglaterra.1 El
cráter lunar Briggs fue
nombrado en su honor.
Contribución matemática
En 1616, Briggs
visitó a Napier en Edimburgo, con el motivo de
discutir la sugerencia de cambiar los logaritmos de Napier. El año siguiente,
repitió su visita para un fin similar. Durante estas conferencias la alteración
propuesta por Briggs fue aceptada; y en su regreso de su segunda visita a
Edimburgo, en 1617, publicó la primera Chiliad de
sus logaritmos. En 1619, Briggs fue nombradoProfesor
Saviliano de geometría en Oxford,
y renunció a su cátedra de la Gresham College en julio de 1620. Pronto, después
de su asentamiento en Oxford fue incorporado maestro de las artes.
En 1622 publicó un
pequeño tracto en el Paso
del Noroeste a los mares del sur, a
través del Continente de Virginia y la Bahía
de Hudson; y en 1624 su Aritmética Logarítmica en
folio, un trabajo que contenía los logartimos de treinta mil números naturales a
catorce decimales (1-20 000 y 90 000 a 100 000). También, Briggs completó la
tabla de funciones trigonométricas y tangentes para
la centésima parte de cada grado a
catorce decimales, con una tabla de funciones naturales a
quince lugares y las tangentes y secantespara los mismos diez lugares; todos
los cuales fueron impresos en Gouda en 1631 y publicados en 1633 bajo el título
de Trigonometria Britannica. Este trabajo fue problablemente el
sucesor de su Logarithmorum Chilias Prima (Introducción a
Logaritmos), que dio una breve reseña de logaritmos y una larga mesa de los
primeros 1 000 enteros calculados al catorce decimal. Briggs descubrió en una
forma un tanto oculta y sin la prueba, el teorema del binomio.
Briggs fue
enterrado en la Capilla de Merton College,
Oxford. El Doctor Smith, en su Vidas de los Profesores de
Gresham lo caracteriza como un hombre de gran probidad y contento con
su propia estación, prefiriendo una jubilación de estudios a todas las
circunstancias de la vida espléndida.
¡Qué bueno que lo publicaron aquí!
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